Aprender de cada situación

Cuando alguien tiene claro lo que quiere y toma constantemente acción para conseguirlo pero se le presentan todo tipo de problemas es porque tiene que aprender algo de esa situación y el primer paso es descubrir el que.

Se trata de aceptar que a veces tenemos que estar en relaciones difíciles o puestos de trabajo horribles, tenemos que ser traicionados por amigos o parejas, tenemos que pasar por cosas dolorosas para aprender acerca de nosotros mismos y crecer en formas que de otra manera no lo podríamos hacer.

Siempre se aprende algo de cada situación, siempre se avanza, se crece como persona y como ser humano y es por eso que siempre hay que buscar la lección que se ha de asimilar.

No sirve de nada resistirse. Es como cuando uno no sabe nadar e intenta luchar contra las olas. Perderá de seguro. Lo mejor es dejarse llevar por la corriente. Dejar que la vida siga su rumbo. Se vivirán situaciones felices y tristes y todo lo que se ha de hacer es dar lo mejor en cada momento. Y vivir el presente.

Ya sé que es frustrante. Enojarse, gritar, patalear o lo que sea…todo es aceptado. Pero nunca hay que dejar que los pensamientos negativos, el pesimismo, el desespero entre en el alma y se la coma viva.

¡Anda, ven y ponte frente de aquella situación y sonríele!, ubícale un lugar dentro de tu repertorio de experiencias, déjale que hable y escucha qué tiene para decirte porque entre más le pongas resistencia más persistirá. Practica el acto de fluir con la totalidad de lo que llegue a tu vida y cree firmemente en que todo termina obrando para el bien de tu alma.